El corte de un diamante no se refiere a su forma, sino al equilibrio entre la proporción, la simetría y el grado de pulitura logrados por el cortador del diamante. La medida de lo bien hecho que está hecho este trabajo se relaciona directamente con la belleza general del diamante. Cuando un diamante se ha cortado correctamente, su capacidad para reflejar y refractar la luz es mucho mayor. Mediante la comprensión de la forma en que la luz se mueve a través de los cristales de diamante, los modernos cortadores de diamantes han establecido un conjunto específico de proporciones y ángulos a través de los cuales se logran parámetros específicos en la brillantez interna del diamante.
La ley de corte de un diamante es resultado de una combinación de tres tipos diferentes de reflexión:
BRILLO
El Brillo o la brillantez, se refiere a la luz blanca que es reflejada (y regresada al ojo de quien observa) desde el diamante. Primero la luz entra a través de la parte superior del diamante, también conocida como la mesa. Luego, al interior del diamante, la luz se descompone en colores del espectro del arcoiris que se reflejan hacia atrás y hacia adelante, rebotando en las caras tipo espejo de la gema. Luego de este recorrido al interior del diamante la luz sale de regreso, a través de la mesa, convertida en luz blanca.
DISPERSIÓN (FUEGO)
La dispersión son los colores del arco iris que se reflejan en el ojo del diamante. Luego que la luz entra a través de la parte superior del diamante, esta se descompone en el espectro del arco iris, y se refleja hacia atrás y adelante en el interior de la joya, rebotando en sus caras tipo espejo. Cuando la luz sale a través de la corona alcanza la mirada del observador con destellos de color.
EL RESPLANDOR
El resplandor es el juego de luz que es posible observar con el movimiento del diamante. Este resplandor es observable como destellos en las caras del diamante. Debemos recordar que un diamante siempre es evaluado por su capacidad de reflejar y refractar la luz en todas las direcciones.
EL CORTE
El Corte se considera la más importante de todas las características del diamante. Esto se refleja en un diamante bien tallado que es muy posible que parezca más grande que un diamante mal cortado aunque posean el mismo peso en quilates. Su apariencia también será mucho mejor, lo mismo su color y claridad.
La calidad del corte del diamante se determina en cuan simétrico, pulido y proporcionado es el resultado. Los cortadores buscan producir un perfecto y atractivo equilibrio en los tres tipos diferentes de reflexión. Varios factores de proporción tienen un impacto inmediato sobre la capacidad de los diamantes para reflejar la luz correctamente. El tamaño de la mesa (parte superior) y la profundidad de un diamante es relaciona con el diámetro de los impactos de luz que regresan desde el diamante. Un diamante bien cortado es proporcionado y permite que la mayor parte de la luz que entra en la joya, sea posteriormente proyectada hacia afuera, equilibrando la luz blanca (brillo) con intensos destellos de fuego (dispersión). Un diamante de cortes con algún grado fuera de alineación (mal cortado), puede dar como resultado una luz que salga a través de la parte inferior del diamante y no por la parte superior. Esto es conocido como fuga de luz. Con este error se crea un diamante con brillo de bajo rendimiento de luz, haciendo que el centro de la joya se vea oscuro.
Los diamantes con el mejor corte tienen proporciones que están dentro de las escalas probadas y conocidas por maximizar la brillantez, el fuego, y el resplandor. La escala de calificación del corte de los diamantes está basada en las propiedades de reflexión del diamante, cuidadosamente calculadas. Esto permite identificar fácilmente un diamante bien cortado, sin tener que evaluar cada corte de manera individual.
EL SUPER IDEAL
Un diamante es certificado, calificado como “excelente” o “ideal” de acuerdo a exigentes mediciones de su corte, su pulitura y su simetría. Estos diamantes también mostrarán un patrón de “corazones y flechas”. Tienen además, la faja y la culata con las dimensiones más deseables, y su estructura bien proporcionada entrega el máximo retorno de luz posible.
EL IDEAL
La exquisita calidad de un corte ideal crea una combinación óptima de brillantez y fuego, reflejando casi toda la luz que entra en el diamante. Representa aproximadamente el 3% de los diamantes, basando su calidad en la talla. Refleja casi toda la luz que ingresa al diamante. Una talla delicada y poco común.
MUY BUENO
Posee una calidad de corte superior que refleja casi tanta luz como el de corte ideal, a un costo sustancialmente más bajo. Representa aproximadamente el 15% de los diamantes, basando su calidad en la talla.
BUENO
El corte de éste es de alta calidad y optimiza el tamaño sin sacrificar la calidad o la belleza. Refleja más luz de la que entra. Representa aproximadamente el 25% de los diamantes, basando su calidad en la talla
RAZONABLE
La calidad del corte es adecuada y refleja algo de luz al tiempo que maximiza el peso. Aunque no es tan brillante como uno de buen corte, aún es un diamante de calidad. Representa aproximadamente el 35% de los diamantes, basando su calidad en la talla.
POBRES
El corte de estos es de calidad inapropiada y refleja una cantidad de luz mínima. Verónica Hecht Joyas no utiliza este tipo de diamantes en la fabricación de sus piezas.
GLOSARIO DEL DIAMANTE
CORONA
Es la porción superior del diamante, desde la faja hasta la mesa.
MESA
Es el punto más alto en la parte superior del diamante.
FAJA
Es el borde alrededor de la parte más ancha de un diamante, la separación de la corona del pabellón. También se conoce como el borde poniente, donde se sostiene el diamante engarzado en la joya.
PABELLÓN
Es la porción inferior de un diamante, desde la cintura a la culata.
CULATA
Es el punto más lejano en la parte inferior del pabellón.
PROFUNDIDAD
Es la altura de una piedra preciosa y va desde la culata hasta la mesa. Determina el diámetro global de la gema.